Antecedentes
En su
libro “Lawrence in Arabia: War, Deceit,
Imperial Folly, and the Making of The Modern Middle East,” Scott Anderson,
un veterano corresponsal para varios servicios de noticias y quién ha visto de
cerca los conflictos en el Líbano, Israel, Egipto, Irlanda del Norte, Bosnia y
varios más, nos recuerda, si el título del libro no lo ha hecho ya, que los
conflictos recientes en el Medio Oriente son consecuencia de la política
equivocada, la codicia y los deseos de imperio de Estados Unidos y de los
países europeos, sobre todo Francia y el Reino Unido.
“Antes
que la mayoría,” escribe Anderson, “Lawrence parece haber aceptado el concepto
moderno de que la historia es maleable, que la verdad es lo que la gente está
dispuesta a creer.”
Y,
seguramente, con la avalancha de información que nos llega vía los servicios de
noticias en la televisión, los medios sociales de la Internet, revistas y
periódicos, la maleabilidad de la historia es penosamente evidente y “la
verdad” de la Crisis de Emigrantes, es lo que el público europeo y
norteamericano, aturdido debido a décadas de noticieros banales que prefieren
dedicar su tiempo a “reportajes” respecto lo que los niños comen en la escuela
o los últimos escándalos sexuales de los políticos, que sobre los motivos
político-económicos que motivaron a Estados Unidos y sus aliados Europeos a
invadir Irak (véase “Guerre,
mensonge et vidéo”
en La Chaine Parlamentaire). (Nota: ¿Por qué será que estos interesantes
reportajes se programan para la medianoche o aún más tarde?).
La
maleabilidad de la Historia también es descaradamente evidente en la manea que
se enseña esta en las escuelas y cómo se describe en los libros que pretenden
explicarla. Por ejemplo, durante mis investigaciones para recabar material para
una novela, descubrí la complicidad y entusiasta colaboración no solamente de
las autoridades Francesas sino del público también en la persecución y
destierro a campos de concentración de ciudadanos franceses judíos, comunistas
y anti-nazis. Descubrí que no solamente no se enseña esto en la escuela sino
que deliberadamente se ignora relatar en libros y artículos la historia de los
muchos campos de concentración que existieron en el suelo francés, antes,
durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta
“complicidad del silencio” no es particular a Francia. No hay país en el mundo
que no se avergüence de algún capítulo de su historia e intente suprimirlo,
ignorarlo o simplemente negar su existencia. Por lo tanto, no me es extraño que
la gente en este país y particularmente gente con la que entro en contacto a
diario ignore completamente la razones históricas de la diáspora que estamos
presenciando actualmente.
Los
escritos de T. E. Lawrence (Lawrence of Arabia) y de historiadores (la mayoría
de ellos y ellas occidentales) nos dicen que el Medio Oriente, como lo
conocemos hoy en día, fue creado, mayormente, por el Reino Unido. Fue el British Empire quien llevó a cabo la
guerra contra otro imperio, el Otomán. Por lo tanto, los Británicos se
sintieron, al igual que su principal aliado Francia, con el derecho de
rediseñar, crear y asignar territorio a países. Fueron los intereses políticos
y económicos los que guiaron a los imperios Británico y Frencés a “inventar” Iraq, rediseñar Irán,
designar Arabia Saudita como reino Saudi, dar dádivas a jeques y príncipes,
creando una manada de pequeños principados pobres en cultura y conocimiento
político-social pero ricos en recursos naturales.
En el
Medio Oriente, las potencias europeas repitieron los errores cometidos en los
Balcanes. Es decir, inventar países reuniendo culturas, religiones y
tradiciones altamente antagónicas, como Yugoeslavia (donde se unieron Serbios, Croatas y Bosnios
musulmanes entre otros). En Iraq, instalaron un régimen represivo y minoritario
Sunita para controlar una mayoría Chiíta. En Irán, instalaron y protegieron
durante décadas un régimen represivo y corrupto del Shah, Mohammad Reza Pahlavi
hasta que la revolución social-religiosa lo destituyó.
Respecto
Palestina, Lawrence comentó en 1917 que si se permitía la creación de un estado
Judío este tendría que ser creado por la fuerza de las armas y solamente se
podría mantener mediante el uso de la fuerza pues estaría siempre rodeado de
una abrumadora mayoría hostil. Sin embargo, con el apoyo de Estados Unidos y la
complicidad europea, esto fue exactamente lo que se hizo.
En
1920, las tropas francesas derrotaron las fuerzas árabes del Reino de Siria, el
rey Faisal tuvo que huir y en la Conferencia de San Remo, el reino de Siria se
dividió en Siria, Líbano y Palestina, los dos primeros bajo la “protección” de
Francia y el último bajo el mandato Británico. Esto llevó a décadas de
revueltas que buscaban la independencia con las consecuentes y brutales
represiones. La dominación política y económica perduró hasta después de la
Segunda Guerra Mundial.
Todo
esto es para decir que las intervenciones europeas, motivadas por razones de
dominación política y codicia económica crearon una región altamente inestable
política, social y económicamente. La mecha de la bomba se había encendido y
solamente era cuestión de tiempo para que explotara.
La Explosion
En
Marzo del 2003 los Estados Unidos y sus aliados invadieron Irak. Por razones
que aún permanecen oscuras e inciertas, Saddam Hussein, el otrora aliado a
quién el propio Estados Unidos había apoyado en la guerra entre Irak e Irán,
fue señalado, junto con Al-Queda, como corresponsable de los ataques del 11 de
Septiembre. Peor aún, se le acusaba de tener cientos, si no miles, de Armas de
Destrucción Masiva (Weapons of Mass Destruction). Ni los propios servicios de
inteligencia de los poderes occidentales, ni los inspectores de las Naciones
Unidas, encontraron tales armas. Sin embargo, George W. Bush se empecinó en
terminar lo que su padre no quiso, es decir, invadir Irak y terminar con el
régimen de Saddam Hussein. Lo que consiguió con ello fue un desastre de
proporciones mundiales.
Las
Consecuencias
La
desestabilización de la región no tardó en cambiar para siempre la
configuración del Medio Oriente. Inmediatamente después de la caída de Saddam,
se inició una guerra fratricida entre Sunnis y Chiías; Irán, dado que su
archienemigo Irak había caído en caos completo, inició intervenciones en sus
vecinos, sobre todo con la mira de reducir el poder de Arabia Saudita, gran
aliado y proveedor de Estados Unidos y reino Sunita; empezó la rebelión de
Siria, la Primavera Árabe vio caer a Mubarak en Egipto, Ben Ali en Túnez y
Gadafi en Argelia. Bahréin, Yemen, y otros emiratos se han visto afectados o
infectados por los cambios.
Las
terribles guerras de Siria, Afganistán e Irak, las guerras fratricidas de Irak,
Argelia, y algunos de los emiratos y la interminable intervención de Estados
Unidos han creado un río de refugiados que amenaza con convertirse en un tsunami
humano.
Otras
partes del mundo
Las
guerras del Medio Oriente han afectado más que esa región. África del Norte y
África Central están en crisis. Todos aquellos países que eran el paraíso de
las compañías petroleras y extractoras de materias primas, donde los poderes
occidentales instalaban regímenes represivos y amigables a las compañías
explotadoras, están en plena revolución o sufriendo terrorismo orientado a
desestabilizar los regímenes en el poder.
The
chickens are coming home to roost
Este
dicho en inglés que literalmente dice que “las gallinas regresan al gallinero”
implica que no hay acción sin consecuencias, que las decisiones de hoy tendrán
repercusiones el día de mañana. Las ideas imperialistas de siglos pasados, la
colusión entre compañías occidentales y los dictadores de países africanos,
árabes, latinoamericanos, las instalaciones por la fuerza de regímenes
totalitarios como los del Shah de Irán, Chile, los países de África Central,
etc., han creado las condiciones de guerra y crisis que vemos en esas regiones
del mundo.
A
través de la dominación cultural por medio del Internet, el cine, y otros
medios hemos “vendido” la idea del “American way of life” y la riqueza
interminable de Europa con su unión de veinte y tantos países. Los paraísos
económicos son el producto de la sistemática explotación de propios y extraños
por compañías occidentales globales. Ahora, los emigrantes vienen a reclamar su pedazo de ese enorme pastel.
Un
“experto” en casos de emigraciones masivas declaró en Al Jazeera, la cadena de
noticias árabe, que la mayoría de los emigrantes regresarían a sus países de
origen “una vez que las condiciones de los países fueran las apropiadas.” Casi
me muero de risa. Hay 25 millones de mexicanos y latinoamericanos en Estados
Unidos. La gran parte NO SON emigrantes sino hijos e hijas de emigrantes. Han
nacido o crecido allá, se consideran Estadounidenses, no tiene relación ni
ganas de regresar a México. ¿Piensa este señor que una vez que los niños árabes
o africanos sean adolecentes o adultos, que tengan trabajo, estudien y se
integren a la sociedad en Francia, Inglaterra, Alemania, Austria, España, etc.
van a querer regresar ellos o sus padres a Siria, Irak, Etiopia, Gana, Togo,
etc.?
No,
señor. “The chickens have come home to roost.” Estamos sufriendo las
consecuencias de las acciones de nuestros antepasados y de las malas políticas
económicas actuales. Ahora hay que vivir con dichas consecuencias.
gracias rodolfo, por tu certero resumen histórico, de los hechos, y de sus consecuencias hoy día.
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